TEMÁTICA: SEMBRANDO CON LÁGRIMAS Y COSECHANDO CON REGOCIJO.
BASE BÍBLICA: SALMOS 126:5-6. Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
ROMPE HIELO: Las emociones de una persona se ven exteriorizadas por las lágrimas, que son aquellas que demuestran nuestro estado de ánimo.
INTRODUCCIÓN
Meyer señaló que algunos agricultores empapan (remojan) sus semillas antes de sembrarlas, y luego aplicó la idea: “Es bueno cuando los obreros cristianos empapan sus lecciones y discursos con sus oraciones y lágrimas. No basta con sembrar; podemos hacerlo de manera generosa y constante, pero debemos agregar pasión, emoción, tierna piedad, fuertes llantos y lágrimas”. “Deja caer una semilla y una lágrima, una semilla y una lágrima, y así sigue su camino. En su canasta tiene semilla que es preciosa para él, porque tiene poca, y es su esperanza para el próximo año. Cada grano sale de su mano con ansiosa oración para que no se pierda: piensa poco en sí mismo, pero mucho en su semilla, y pregunta ansiosamente: ¿Prosperará? ¿Recibiré una recompensa por mi trabajo?’ Sí … sin duda recogerás gavillas de tu siembra” (Spurgeon).
Existen razones por las que las personas pueden expresar lágrimas, por ejemplo:
- Ante la pérdida de un ser amado.
- Ante una fuerte decepción.
- Ante la traición.
- También puede llorar alguien al recibir una excelente noticia.
Pero en este estudio analizaremos derramar lágrimas por una causa más poderosa que es el sentir dolor por los pecadores.
DESARROLLO
«El ministerio de las lágrimas», un ministerio que Charles H. Spurgeon definió como la «oración líquida». El texto de los Salmos 126:5, anuncia las lágrimas de un pueblo que después de un sufrimiento provocado por el cautiverio Babilónico, tendrían la recompensas, debido a que desde babilonia no tuvieron la libertad para adorar y servir a Jehová. Este alegre cántico se refiere al regreso de los judíos de la cautividad babilónica, después de 70 años de exilio. Tres metáforas expresan el gozo inefable del regreso: un sueño placentero, el agua refrescante de los arroyos en el área desértica meridional, y las festividades de la cosecha.
Salmos 137:3-5, Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones, y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos alguno de los cánticos de Sion. 4 ¿Cómo cantaremos la canción del SEÑOR en tierra extraña? 5 Si me olvido de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza… El texto también expresa la dificultad que tiene un sembrador para realizar su trabajo, pero la recompensa llegará al momento de producirse la cosecha del fruto.
El Apóstol Pablo dice del labrador:
• 2 Timoteo 2:6, El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
• 1 Corintios 9:10, ¿O lo dice especialmente por nosotros? Sí, se escribió por nosotros, porque el que ara debe arar con esperanza, y el que trilla {debe trillar} con la esperanza de recibir {la cosecha}. El escritor relaciona dos cosas muy importantes que son las lágrimas y el regocijo (alegría) y esto solo puede suceder en la vida de un cristiano comprometido totalmente con la obra de Dios que es capaz de llevar la carga por los perdidos a Dios, intercediendo para que sean salvos de la condenación, y el gozo de ver a los perdidos llegando a los pies de Cristo, manifestando la misma escritura que hay gozo en el cielo cuando un pecador se arrepiente:
• San Lucas 15:1-7, …Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
• Por tal razón la escritura nos enseña a tener el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús:
• Filipenses 2:5, Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.
• Marcos 1:35, Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
• Marcos 6:46, Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar.
• Marcos 9:29, Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
• Marcos 14:32, Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro.
• Lucas 22:39, Jesús salió de la ciudad y, como de costumbre, se dirigió al monte de los Olivos, y sus discípulos lo siguieron.
• Marcos 8:2, Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer.
• San Lucas 15:3-5, Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: 4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso.
Esta parábola de la oveja perdida es un ejemplo de todo lo que Jesús está dispuesto a hacer por un alma perdida, de la misma forma todo cristiano debe desplazarse en búsqueda de las almas por medio de las lágrimas que se derraman en la oración. Entonces podemos decir que como Cristo sintió compasión por las personas que estaban desamparadas también el líder cristiano debe sentir carga, dolor, compasión por los perdidos y abrirse paso al clamor con lágrimas por lograr una cosecha abundante de almas para Cristo. Cuando el corazón de un líder se conmueve por los perdidos derrama su alma delante de Dios, porque es un ganador de almas y desea llegar al mismo trono de Dios en clamor y oración por un alma para el reino de los cielos.
Existe una conexión entre las lágrimas y la alegría. Queremos tener una gran cosecha de almas y sentir la alegría de ver un pecador arrepentido, entonces es necesario sembrar con las lágrimas.
El Apóstol Pablo explica sobre lo que para él es ganar un alma:
• Gálatas 4:19, Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros.
• Pero también reconoce el gozo que se siente haber ganado un alma,
• 1 Tesalonicenses 2:19, Porque ¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria? ¿No lo sois vosotros en la presencia de nuestro Señor Jesús en su venida?
APLICACIÓN
Entonces es necesario que levantemos una iglesia que siente carga por los perdidos y que con lágrimas realice el trabajo de sembrar el evangelio de Cristo, pero con regocijo traiga los resultados de almas para la obra de Dios.
Meyer señaló que algunos agricultores empapan (remojan) sus semillas antes de sembrarlas, y luego aplicó la idea: “Es bueno cuando los obreros cristianos empapan sus lecciones y discursos con sus oraciones y lágrimas. No basta con sembrar; podemos hacerlo de manera generosa y constante, pero debemos agregar pasión, emoción, tierna piedad, fuertes llantos y lágrimas”.
La intercesión por los perdidos, debe ser para nosotros la batalla más grande que se desencadena contra huestes espirituales de maldad; donde por las lágrimas derramadas se libra la vida de los perdidos para llevarlos al evangelio de Cristo.
• Efesios 6:12, Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
• Por esto se nos aconseja a mantenernos siempre de rodillas en oración.
• Efesios 6:18, Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.
• 1 Tesalonicenses 5:17, Orar sin cesar.
CONCLUSIÓN
El escritor de este precioso salmo da a conocer la importancia de las lágrimas de un intercesor; el cual desempeña un papel importante en el desarrollo espiritual de un cristiano y el avance de la obra preciosa de Dios, al ponernos en la brecha en oración se obtendrá resultados de almas arrepentidas para Cristo en la congregación. También recibimos fortaleza a nuestra vida como resultado de humillarnos ante Dios en un clamor por las almas. Tomando el ejemplo más glorioso de nuestro Señor Jesús: Hebreos 5.7, Cristo, en los días de su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía librarle de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Por tanto, mi hermano siembra la palabra de Dios con lágrimas en tus ojos que cuando te toque la cosecha la recibirás con mucha alegría de ver el poder de Dios obrando con poder en el lugar donde le sirves a Jesús.