TEMÁTICA: EL ESPÍRITU SANTO INTERCEDE POR NOSOTROS.
BASE BÍBLICA: ROMANOS 8:26 - 27, Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
EXORDIO: Es digno de aplaudir y celebrar la trayectoria de muchos años en la vida cristiana de los creyentes, pero aquello no se debe a las capacidades humanas que los mantuvieron firme; sino al poder del Espíritu Santo que está en medio nuestro.
INTRODUCCIÓN
Es importante que el creyente se preocupe por recibir el Espíritu Santo con la señal de hablar en nuevas lenguas en su vida, en este estudio se reconocerá la acción de defensa del Espíritu Santo que intercede por nosotros, es por ello que surge entonces la necesidad de conocer más de Él.
DESARROLLO
¿Qué es el Espíritu Santo?
• San Juan 4:24, Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
• Dios en su esencia es espíritu.
• San Juan 1:1-14, En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
• Es el único Dios desde el principio.
• …Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
• Este Dios Único se manifestó en carne para salvarnos.
• San Juan 14:15-18, Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Él es el mismo consolador que prometió estar en nosotros. Por tanto, el Espíritu Santo es el único Dios todopoderoso que hoy está en nosotros, y se manifiesta en cada creyente por la señal de hablar en nuevas lenguas las maravillas de Dios:
• Hechos 2:2-4, Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
¿Quién recibe el Espíritu Santo?
La escritura afirma que todos los que el Señor nuestro Dios llamare:
Hechos 2:39, Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Dios lo ha llamado para llenarlo del Espíritu Santo. También se registra que es una promesa de Dios y el cumple sus promesas.
Números 23:19, Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? Nos enseña que también es para los que obedecen:
Hechos 5.32, Y nosotros somos testigos de estas cosas; y también el Espíritu Santo, el cual Dios ha dado a los que le obedecen. Se necesita tener fe para recibir el Espíritu Santo.
Gálatas 3:2, ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? A los que claman a Él.
San Lucas 11:13, Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? De esta forma sabemos que todos podemos recibir el Espíritu Santo con la señal de hablar en nuevas lenguas. ¿Para qué recibir el Espíritu Santo? Porque es la promesa de Dios para sus hijos´. Porque es el sello o prenda de la redención:
EFESIOS 1:14, NTV Y ahora ustedes, los gentiles, también han oído la verdad, la Buena Noticia de que Dios los salva. Además, cuando creyeron en Cristo, Dios los identificó como suyos al darles el Espíritu Santo, el cual había prometido tiempo atrás. El Espíritu es la garantía que tenemos de parte de Dios de que nos dará la herencia que nos prometió y de que nos ha comprado para que seamos su pueblo. Dios hizo todo esto para que nosotros le diéramos gloria y alabanza.
Efesios 4:30, Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Es el que intercede por nosotros en todo momento.
Romanos 8:26-27, Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
APLICACIÓN
El Apóstol Pablo hace énfasis a que pasamos debilidades, están pueden ser por causa de tentaciones de parte del enemigo, o por pruebas fuertes que pueden venir a nuestra vida, o también como parte del proceso de formación cristiana, pero en todas estas debilidades el 18 que está en nosotros el Espíritu Santo está dispuesto a interceder con gemidos indecibles a nuestro favor. Esto quiere decir que cuando nosotros ya no tenemos fuerzas para seguir clamando por nuestras debilidades el Espíritu Santo se complace en acudir a nuestra ayuda para librarnos de toda debilidad que nos toca pasar. Por esta Razón el Apóstol Pablo dice:
Romanos 8:28, Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Todo esto en virtud a que los cristianos tenemos muchas dificultades que nos pueden alejar de Dios, pero es allí donde se ve la importancia de recibir el Espíritu Santo para poder triunfar en todas las pruebas y seguir firme hasta el día de su venida.
1 Corintios 15:57, Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
CONCLUSIÓN
Entonces podemos decir que los que nos ha mantenido hasta hoy no es nuestras propias fuerzas, ni las capacidades físicas, intelectuales, experiencias o conocimientos, más bien hasta hoy estamos firmes porque el Espíritu Santo nos ha guardado, ha clamado a nuestro favor para que no caigamos en el pecado, por tal razón vivamos en el espíritu, y no alimentemos las obras de la carne.
Romanos 8:1, Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Gálatas 5:16, Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.